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Dos tiendas de Oviedo sorprenden a los viandantes con maniquís de carne y hueso para promocionar ropa interior
Sorpresa, curiosidad, sonrisas y hasta alguna queja, pero de éstas las que menos. De todo, menos indiferencia. Y eso es lo que pretendía una marca de ropa interior asturiana, Ainara G; no dejar a nadie indiferente con su atrevida propuesta para promocionar la firma. En los escaparates de dos tiendas de ropa de moda de Oviedo, Shorty’s y Black Sugar, se cambiaron los maniquís normales, de plástico y sin expresión, por exuberantes modelos de carne y hueso. Así sí que lucían bien las prendas. Y la gente, claro, se agolpaba para ver qué pasaba. Dos escenas: un salón y una cocina en las que los modelos hacían como si estaban realizando escenas habituales en sus casas; pero en ropa interior, más cómodo de siempre. “Ya no saben qué hacer para vender”, comentaba algún viandante que quería esconder su mirada de los cuerpos poco tapados. Otros, en cambio, no se acobardaban y sacaban los móviles de sus bolsillos para inundar con sus megapixels las escenas y llevarse un recuerdo de medidas redondas. Lourdes Morales es “la chica pa tó” en una de las tiendas. “Bueno, pues a ver si así animamos un poco las ventas de cara a la campaña de Navidad”. El cerebro de esta maniobra promocional es el emprendedor José Luis Ramos; un ovetense de 35 años que se ha aventurado en esto de la ropa interior “porque es un mercado que hay que cubrir”. Pero no con cualquier tipo de producto. Para él lejos quedan los calzoncillos blancos o las bragas que cubren todo el trasero. “Diseños atrevidos, basados en la cultura grafitera, y colores vivos”. Vamos, ropa interior de esa que ya no se esconde y que cada vez se enseña más con los pantalones de algunos que ya casi los llevan por las rodillas. Vía: La Voz de Asturias, Alejando Fuentes. Desnudos contra el frío.