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Belén Domínguez inició su actividad como franquiciada de Clean & Iron Service en el año 2.018 y es un ejemplo de gestión y constancia. Su identificación con la marca y protocolos de trabajo, hacen de su agencia un ejemplo de rentabilidad y crecimiento bien fundamentado.
Siempre había querido montar mi propia empresa y aunque llevaba 20 años trabajando en una multinacional, cuando nació mi hijo pensé que había llegado el momento de hacerlo y así tener en mis manos el control de la conciliación entre vida personal y vida profesional. Creo que una de las cosas más buenas que las personas podemos hacer, es crear nuestras propias oportunidades y hacer que otras puedan disfrutarlas. A mi me gusta organizar mi propia empresa y no depender de otras circunstancias para ello. Emprender es una aventura y un camino de crecimiento personal que personalmente me aporta mucho.
El sector de la limpieza siempre está en crecimiento ya que es un servicio que se necesita a diario en todos los ámbitos. Las empresas cada vez más subcontratan a los profesionales el mantenimiento de sus instalaciones, y los particulares cada vez tienen menos ganas y menos tiempo para limpiar sus casas y prefieren que lo haga una empresa cualificada, de confianza, con empleadas conocidas y formadas para hacer correctamente el trabajo. Uno de los valores de Clean & Iron es el de cuidar bien de sus empleadas, dignificar el trabajo que realizan y “limpiar” la imagen de nuestro sector, tan poco apreciado y valorado en España, pero tan importante y productivo.
Cuando decidí emprender, llamé a varias franquicias e incluso pensé en hacerlo en solitario. Pero cuando hablé con la central de Clean & Iron Service, supe que esa era la empresa que quería montar: una empresa de calidad, con rentabilidad demostradísima y 30 años de experiencia, transparente y con unos valores positivos, modernos, dinámicos y muy acorde a mi forma de ser. Conocen perfectamente cómo llevar el negocio, cómo rentabilizarlo y cómo solucionar las situaciones que se presentan a nivel de gestión. Un año y medio después de abrir mi agencia Clean & Iron, sigo pensando lo mismo y he podido comprobar que están en constante movimiento para que los franquiciados tengamos recursos y herramientas continuadamente para trabajar cada vez mejor.
La comunicación. Siempre están para ti cuando lo necesitas para solucionar cualquier duda que te surge, y además con su experiencia te van aconsejando en lo que puedes hacer en cada momento. Cuando no soy yo la que me pongo en contacto, es nuestra coordinadora de la Central quien me llama para saber cómo sigue cualquier tema que hayamos hablado previamente, o para comentarme algo que ella cree que puede ser adecuado para mi agencia. La Central siempre está conectada con los franquiciados, por teléfono, por correo, por whatsapp, …siempre por una cosa o por otra. Y la sensación es de trabajar todos juntos y crecer como una comunidad de empresarios que nos retroalimentamos para aprender y mejorar nuestros negocios.
Que llame a la Central de la franquicia, que pida toda la información que necesite, y que no tenga ningún reparo a despejar cualquier duda que tenga antes de tomar una decisión. Son transparentes y sinceros y te explican perfectamente los pros y los contras del negocio. En mi caso hice un proceso así y además los visité para conocer de tu a tu a las personas que están al frente. Me decidí del todo. Mi inexperiencia como empresaria no supuso ningún problema porque me han estado orientando continuadamente y puedo decir que he aprendido muchísimo y he conseguido que mi empresa obtenga rentabilidad en pocos meses siguiendo al pie de la letra sus indicaciones de gestión. Estoy muy satisfecha.